En breve, crearemos una nueva categoría que se encontrará dentro de «sobre perros» y que titularemos «¡Este es mi amigo!» con la intención de que nos podáis presentar (fotos), contar vuestra historia, vivencias y lo importantes que son para vosotros, vuestros queridos amigos caninos.
Como de momento no tenemos vuestras vivencias en común, os iré presentando y contando algo sobre algunos de mis perretes.
¡Animaos!
¡Este es mi amigo Poncho!
Poncho es un cruce de Jack Russell Terrier y Shar pei, de alrededor de año y medio, en su color domina el blanco, con manchas marrones, de tamaño mediano y constitución fuerte, su carácter tiene un puntito de seriedad que se disipa cuando lo ves jugar con otros perros, personas o una simple ramita encontrada en el campo, es un perro muy tranquilo y observador que domina a la perfección el lenguaje canino.Poncho debe su nombre al parecido (a la vez tan diferente), con Pancho el perro del anuncio de la primitiva y cuando la gente me pregunta ¿como se llama? les digo que se llama ¡Poncho el primo de Pancho! ¡el de la tele! y les hace mucha gracia. Debido a su tamaño, color, características de la cabeza como los ojos en oblicuo, rasgados (achinados), sus extrañas orejitas, manchas moradas en la lengua y su buen carácter, hace que Ponchosuela ser el centro de atención y tiene motivos para ello.
El día que conocí a Poncho, era la primera vez que me acercaba a la protectora de Paterna (Modepran) a echar una mano. Era sábado a las 9:00 de la mañana y como cualquier persona que entra en la protectora no puedes dejar de mirar los box donde se encuentran los perretes. En el primer box que encuentras cuando entras a la Protectora, allí se encontraba Poncho con otros perros de talla pequeña, tendría alrededor de mes y medio a dos meses y todo el mundo decía que se iría pronto en adopción, porque era bonito, de tamaño pequeño y parecía muy tranquilo.
De alguna manera no resulto tal y como decían otros voluntarios y yo mismo pensaba, que pronto se iría con una familia.
Mientras tanto, pasaban los meses y Poncho continuaba creciendo en la Protectora; yo soy voluntario y siempre que me acercaba a la protectora, le echaba un ojito para ver si lo habían adoptado alguna familia; por algún motivo, había mucho interés en Poncho, por parte de la gente que se acercaba a la protectora y también por parte de los voluntarios, pero nadie lo adoptaba, era extraño, pensaba.
Uno de los días que fui a trabajar con mi profesora de educación canina (Amparo Fortea), Poncho conecto de manera ¡Increíble! con el trabajo, estaba muy atento (con esa mirada que pone con la cabeza ladeada), realizaba los ejercicios con decisión y rapidez, estábamos sorprendidos con su actitud y en algún momento Amparo dijo: este perrete en manos de un educador canino y trabajado, sería un perro extraordinario con un gran potencial (¡hay, Amparo, Amparo! como me la colaste, cuanta razón tenías y te lo agradezco por ello).
Después de un par de semanas meditándolo con Encarna (mi mujer) y dado que con Poncho, serian 8 perros en casa, tomamos la decisión de adoptarlo y un viernes por la mañana llame a la protectora para que fuesen preparando el papeleo habitual, Poncho tenía alrededor de 7 u 8 meses, había pasado en la protectora demasiado tiempo y aunque allí se preocupan mucho por la salud física y mental de los perretes, no es la mejor situación para un cachorro, esa misma tarde lo llevamos a su/nuestra casa.
Al llegar a casa lo primero era presentarle a la manada y comoPoncho es un artista perruno y maneja a la perfección el lenguaje canino, pasó el trámite sin ningún problema. Tenias que ver cuando se dio cuenta de que estaba completamente suelto, podía oler lo que le apeteciese, e ir a cualquier lugar de su nueva casa en el campo, como corría como un potrillo desbocado con sus nuevos compañeros de juego, persiguiéndose y haciendo cambios de dirección, jejeje aun lo siguen haciendo todas las mañanas, me gusta sentarme y observarlos como derrochan energía y buen rollo.
También tenía la manía de saltar repetitivamente sobre los muebles de la cocina y sobre nosotros, debido a que el box de la protectora está construido alrededor de 1 mts de obra y lo demás es valla metálica, él siempre saltaba y apoyaba sobre el murito para poder ver que pasaba detrás (como era tan pequeño). También estaba más estresado, debido al cambio de hogar y demás emociones nuevas, así que tuvimos que trabajar ciertos comportamientos que eran un poco incomodos para la convivencia, Ponchoaprendió rápidamente que estando calmado y con las patitas en el suelo, conseguía más atenciones, comida, etc., que comportándose con ansias y saltando sobre los muebles.
Hoy en día Poncho es genial y cariñoso, es muy querido por los demás miembros de nuestra familia humana y canina, es un perro muy divertido para hacer todo tipo de actividades, le encanta pasear y jugar por el campo, comer sobre todo salchichas y como predijo mi profesora Amparo, se ha convertido en el mejor de mis ayudantes caninos, ya que domina el lenguaje canino (señales de calma) a la perfección, es muy tranquilo y no le tiene miedo a nada, cuando tengo que preparar algún encuentro con perros, para hace terapias de socialización, agresividades y demás, Poncho es mi arma secreta, con él comienzo y hasta ahora nunca falla, también lo utilizo como ayuda a la asistencia en el «Proyecto Nous Amics» y me ayuda mucho y os aseguro (si algún educador canino lee esto, lo sabrá) que para un educador canino, tener un perro como Poncho, trabajador, buen carácter y encima tan bonito, ¡no tiene precio! y encima ¡es mi amigo!.
Un fuerte abrazo para todos los que sientan o vayan a sentir alguna vez el amor por los perros.