Entrevista a Jorge Andreu: adiestrador, educador y responsable de goodcan.es

entrevista jorgeAunque no vayan a ir a la universidad, es muy importante para la convivencia que nuestro perro tenga una buena educación. Jorge Andreu, educador canino de Good Can, sabe que con unas pocas clases se pueden solventar los problemas de nuestros mejores amigos. ¿Quieres saber cómo? Kallejeo te invita a una de sus clases.

¿Cuándo se puede comenzar la formación?
En cachorros, a partir de las 7 semanas ya se puede comenzar a hacer algo de educación básica. Con mayores también se puede, pero hay que tener muy en cuenta todo lo que ha sucedido en el pasado con él. Hay algunos que han venido de lugares desestabilizados, que han pasado por varias familias.

¿Ayudas a perros que han sido maltratados?
Sí, de hecho, soy voluntario en una protectora; doy charlas de educación canina, saco a perros a pasear, trato a animales con agresividades, fobias,…

«Hay que educar en positivo;
el castigo deteriora la relación»

¿Tienen traumas los animales maltratados?
Sí, sobre todo tienen muchos miedos: fobias a personas, falta de sociabilización con otros perros, entre otros. La situación suele ser fuera de lo normal.

En cambio, ¿cuáles son los problemas más comunes en los perros de las familias?
Manejos, estirar, saltos sobre la gente, ladridos excesivos, miedos y, sobre todo, agresividades. Cuando empiezan a ser agresivos hay que tratarlos, porque cuanto más se tarde…

Antes de comenzar el tratamiento, ¿qué cosas se pueden ir teniendo en cuenta en casa para ir adelantando el trabajo?
Desde que el cachorro entra en casa, debe ser para él una situación positiva. Yo, por ejemplo, recomiendo que las primeras noches duerma cerca de los dueños. No digo en la cama, pero sí en una colchoneta cerca de la habitación.

¿Por qué?
Porque buscamos que esa primera noche no sea traumática. Si tú coges a un cachorro, lo separas de su familia, te lo llevas a una casa y lo encierras solo en un cuarto, llorará, llamará a su familia y se le quedará un mal recuerdo de la experiencia.

¿Los animales echan de menos a su familia natural?
Por supuesto, los perros son extremadamente sociables. Son animales que viven en manada.

¿Nuestra familia sustituye a la suya?
Sustituye a la suya, no como si fuéramos perros, pero sí como grupo. Ellos genéticamente están programados para vivir en manada, no en el tipo de familia que nosotros conocemos.

Los perros no hablan nuestro idioma, pero podemos construir un código con ellos para entendernos. ¿Se basa en ello la educación?
Sí, pero yo no sabría decirte si lo hemos construido nosotros o lo han hecho ellos a lo largo de los miles de años que llevan con nosotros. El perro es el animal que mejor se comunica con el hombre y el único que está realmente domesticado. El ladrido, por ejemplo, es un método de comunicación que han establecido ellos. De hecho, los lobos, muy rara vez ladran. Lo han utilizado para comunicarse con nosotros y los hombres lo hemos adaptado  para que nos sea útil. A través del ladrido podían avisarnos, mantener un rebaño unido,…

Y ahora nos molesta…
Exacto. Una de las características por las que el perro está con el hombre es por el ladrido. Y ahora, en cambio, nos molesta. Un perro que ladra está enfermo, porque nos molesta.

«El único trabajo de un perro es
observarte desde que te levantas»

Una vez que nos ‘acepta’ en su manada y establecemos un código de comunicación, ¿qué es lo siguiente que hay que hacer?
Instaurar una serie de normas comunes dentro del hogar como puede ser la evacuación. Se debe hacer de forma positiva. Eso de ponerle el hocico en los orines o castigarle es una barbaridad. Interpretamos las señales que nos manda el perro de forma equivocada. Por ejemplo, toda la vida se ha pensado que cuando el perro nos recibe con las orejas gachas, como asustado, él sabe que ha hecho algo malo.

¿Y no es así?
Lo que ocurre es que un día que salió a recibirte y tú viste que había hecho un pis le reñiste. Pero él no lo asoció con el pis, pues ya lo había hecho hace tiempo. Asocia a que cuando tú llegas a casa puedes reñirle. Por eso, se hace más pequeño y se agacha para decirte con su lenguaje corporal que estés calmado, que no es una amenaza. Es un fallo de interpretación.

¿Y qué hay que hacer?

No reñirle en casa y potenciar que lo haga en la calle dándole recompensas. Así asocia rápidamente que hacerlo en casa no le aporta nada y, en la calle, sí. Con el castigo sólo puedes conseguir que tenga estrés y se deteriore la relación.

¿Qué tipo de recompensas?
Los premios pueden ser varios. Comida, juego y recompensa social. Si usamos la comida, con el tiempo habrá que sustituirla por un «muy bien».

Luego pasan los años y el animal obedece cuando quiere…
Luego ya coge confianzas. Te conoce al detalle. Cosas que tú ni por asomo te das cuenta, como que cada vez que haces algo utilizas de forma mecánica el mismo procedimiento, él las tiene en cuenta. No te adivinan el pensamiento, sólo que saben por tu lenguaje corporal lo que vas a hacer. Su único trabajo es observarte desde que te levantas.

(Fuente: kallejeo.com)

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